“No hay viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige.” — Séneca
Reflexión:
Hay días en los que hacemos mucho, pero avanzamos poco. Llenamos agendas, tachamos pendientes, respondemos mensajes… pero por dentro sentimos que estamos caminando en círculos. Como si estuviéramos a la deriva en nuestra propia vida.
No es falta de tiempo, es falta de dirección. Como dice Séneca, ni el viento más fuerte puede ayudarte si no sabes a dónde vas.
A veces evitamos definir un puerto claro porque da miedo: comprometerse, cambiar, soltar. Pero la niebla solo se disipa cuando nos atrevemos a mirar dentro y nombrar lo que realmente queremos.
¿Tienes claro tu “puerto” esta semana? Si no, escribe una sola intención para los próximos días. Que sea tu pequeña brújula.