Vivir bien. Vivir con propósito. Vivir en conexión con lo mejor de uno mismo.
Eudaimonia es más que felicidad. Es florecimiento humano.
Es la palabra que usaban los griegos para hablar de una vida plena, virtuosa, y alineada con la naturaleza profunda del ser.
No se trata de placeres pasajeros, sino de una alegría profunda que nace de vivir con sentido y coherencia.
Para los estoicos, la eudaimonia se alcanza cuando cultivamos nuestras virtudes y dejamos de depender del azar para sentirnos bien.
Como diría Aristóteles, es el arte de hacer de la vida una obra digna.
Hoy, elige una acción que te acerque a tu mejor versión.
No busques placer inmediato, busca dirección. Pregúntate: “¿Esto me hace florecer?”
Da un paso hacia una vida con propósito. Aunque sea pequeño, que sea verdadero.